La Habana, Cuba. Septiembre 19 de 1999
Es para mi un gran honor estar ante tan especial
concurrencia con ocasión de nuestro décimo tercer Congreso
Latinoamericano de Cirugía.
Me siento muy emocionado de estar en esta bella isla
inaugurando este gran evento . Para mi persona si ustedes me lo permiten
expresar es de un significado muy especial ya que hace aproximadamente
hace 40 años vine por vez primera a la Habana con un grupo de
compañeros estudiantes de medicina de mi país, a representarlo
en una reunión de la Unión Internacional de estudiantes
y dentro de nuestras atribuciones fue ir a pintar las casitas de un
bello pueblo que me parece es o esta muy cerca de Cojimar.
Esta experiencia nunca la he olvidado.
Ahora regreso nuevamente como Presidente de la Federación Latinoamericana
de Cirugía y veo aquí reunidos a mis colegas cirujanos
latinoamericanos prestos a adquirir y a afianzar conocimientos y experiencias.
Quiero aprovechar la oportunidad para hacer una exhortación en
el sentido de valorar nuestra identidad latinoamericana, que nuestros
pueblos grandes ayuden a nuestros pueblos pequeños, que los grandes
problemas los resolvamos unidos, que reconozcamos que Latinoaméricamr{jkTz{#8Kf9;b7-HenF4$< }>Uk*A
A Ƨhj[\